La infinita explanada del auditorio John Lennon de Getafe acogió el pasado 26 de Mayo un intenso concierto a cargo de cuatro tipos duros de Los Angeles que se hacen llamar Metallica.
Actuaron como cabezas de cartel del festival Sonisphere 2012 y nos ofrecieron un recital protagonizado por las joyas de su mítico disco “Metallica”, mas conocido como “black album”. Sin duda para muchos es el disco mas redondo de la banda y cuenta con una producción a cargo de Bob Rock que sentó cátedra en su momento. Las ventas, la gira mundial de 3 años, los estadios repletos y la infinidad de bandas con riffs clónicos de los de este disco así lo atestiguan.
La tarde soleada se fue despidiendo para dar paso a la actuación de Metallica una vez que acabó la de Slayer. Para entonces ya no cabía ni un alma sobre el asfalto ya que todo el público custodiaba su lugar desde el que ver el concierto, salvo alguno que pretende atravesar la multitud desde los puestos de bocadillos a eso de 1 Km de distancia. Y llegó el momento deseado tras las pruebas de sonido particulares. Las pantallas gigantes comienzan a proyectar las imágenes de “el bueno, el feo y el malo” con la mítica cinta sonora de Ennio Morricone “Ecstacy of Gold” como habitual apertura de los conciertos de la banda. Todo el mundo permanece atento e hipnotizado hasta que la banda rompe con el primer tema de la noche: “Hit the lights”. Perdimos la apuesta tanto yo como un desconocido que estaba a mi lado. Yo me la jugué a que abrirían con “Creeping Death” y el decía que con “Enter sandman” pero ninguno de los dos estuvimos finos. El segundo tema de la noche fue un “Master of Puppets” muy subido de tempo respecto al disco para hacerlo mas intenso aún y tras el llegaron “ The shortest straw”, “For Whom The Bell Tolls” y “Hell and Back”. Tras este quinteto de apertura llegó un pequeño parón. La banda se retira y la superpantalla de la parte trasera del escenario nos ofrece un documental con imágenes de la banda de la época en que se editó el homenajeado “Black album”. Reaparece la banda y lo hace con el disco íntegro pero, según nos fuimos dando cuenta, tocado desde la última canción hasta la primera. Así que reabrieron con “The Struggle Within”. Ya había comenzado este homenaje particular que hace la banda tocando cada disco al completo al cumplirse 20 años de su publicación. Esto es algo que los hace grandes ya que podrían conformarse con hacer giras cada disco nuevo tocando los temas de siempre añadiendo 2 o 3 del nuevo disco. Pero no, Metallica son unos trabajadores natos del rock y forjan su nombre en cada concierto que hacen. Siguieron con “My Friend Of Misery”, “The God That Failed” y “Of Wolf And Man” hasta que llegó uno de los momentos álgidos de la noche con “Nothing Else Matters”. El conocidísimo tema que por mucho que se versionee nunca sonará como ellos saben hacerlo sonar. Un temazo con una fuerza increíble para ser una balada y que además contiene uno de los mejores solos de la banda y que sin duda cualquier guitarrista tendría que aprender a tocarlo antes de morir. Tras lo cual siguieron con unos cuantos trallazos “Through The Never” y “Don’t Tread On Me”.
Con la intro de “Wherever I May Roam” me entró la duda de si lo que escuchaba era la guitarra ESP mummy de Hammet ya que lo que mas se oía era a la gente tarareando el riff. Es algo común durante todo el concierto que la gente no se limite a cantar las letras sino que canta hasta los breaks de batería pero con las intros de guitarra sola y semilimpia es cuando mas se nota. Pasada ya la mitad del concierto llegó el turno de otro tema relajado como es “The Unforgiven” con esa intro de e-bow en modo ambientación. Después “Holier Than Thou” seguido de un temazo: “Sad But True”. Trash puro y con ese silencio de algo más de un compás en medio de la intro que añade una tensión extra a un riff ya de por si demoledor. Además contiene uno de los solos mas interesantes de Mr. Kirk con ese quinto modo de la escala menor armónica que le da un toque tan exótico. Y llegó el que seguramente sea el tema más popular de la banda. Versioneado por gente de primer nivel y cualquier estilo e interpretado en millones de locales de ensayo y en directos de bandas nóveles. Estamos hablando de “Enter Sandman”. La banda hizo las delicias del público especialmente en este tema con unos juegos de luces muy acertados que recordaban al videoclip original del tema cosa que también se hizo a lo largo del concierto. Además era muy vistoso ver a los músicos en el escenario elevado con sus imágenes de fondo en la pantalla gigante mas las proyecciones de partes de videoclips y demás. Todo un lujo. Un riff brutal, melodía de voz sin fisuras, breaks de batería y pegada muy acertadas, juegos corales con el respetable y un solo de guitarra con wah-wah muy digno hicieron de este tema un colofón sin igual al repaso del mítico álbum homónimo de la banda. Y desaparecieron.
Eso si, allí nadie nos movimos aunque sobrevolaba por las cabezas de los allí presentes la duda de si no tocarían mas tiempo por ser parte de un festival. Pero no tardó mucho en quedar claro que aunque toquen en un festival Metallica siempre hace su concierto con su sonido, su escenografía, sus medios y su repertorio aunque pasen de las dos horas. Así que llegaron los bises. El primero de los cuales fue “Battery”. Le siguió la legendaria “One” llena de pirotecnia, cohetes y llamaradas gigantes sincronizadas con la batería de Ulrich para calentar al público por si alguno tenía frío. También navegó sobre la marea humana una colección de balones hinchables gigantes de color negro con el logotipo de la banda mientras en el escenario Robert Trujillo nos deleitaba con sus “molinillos”. Y el tema de despedida fue “Seek & Destroy”. Coreado y disfrutado por todos fue un digno telón. La banda se mostró muy agradecida. Los cuatro pasaron por el micrófono y Trujillo lo hizo en su español materno. Ulrich repartió baquetas, apretones de mano y chorros de agua que lanzaba con su boca (¿De verdad piensa que a alguien le gusta que le riegue así?). Kirk y James lanzaron algunas púas a los afortunados de primerísima linea y aquí acabó esta noche de Metallica en la que se repartió metal de lo lindo. Puede que no sean los mas técnicos como se les critica por parte de algunos sectores metálicos muy obsesionados con la técnica purista, sobre todo a Kirk Hammet y Lars Ulrich, pero tienen algo que pocos tienen. Tienen una dedicación exagerada a su público, como regalar conciertos con discos íntegros cuando se cumplen 20 años de la publicación; tienen una colección de canciones que siguen sonando muy frescas y muchos repertorios posibles (oye, ¡que un concierto basado en Load y Reload sería muy distinto pero no estaría nada mal!); y tienen contundencia en el escenario, para lo cual la técnica no lo aporta todo y si que hacen falta otras cosas que otros grupos muy técnicos no tienen y así les lucen los directos. En definitiva un gran concierto. Así lo reconocimos tanto yo como el desconocido de al lado, con el que aposté al comienzo del concierto, al despedirnos con un apretón de manos. Quizás nos volvamos a ver en un concierto de Metallica por el 40 aniversario del “Black album”.
Gracias a Last Tour International por las fotografías.